El Grupo Adobe sigue la senda del arte y la emoción festiva dejada por Los Pachulos
Las fiestas tienen a los dulzaineros como una de sus señas de identidad
Hablar de dulzaina en Macotera es pensar en San Roque y en tararear las notas de la charrada, interpretada por los dulzaineros, que se escucha y se baila durante la procesión que se celebra cada 16 de agosto en honor al Patrón. Macotera ha sido cuna de grandes dulzaineros, como Los Pachulos, que han logrado dejar testigo dentro del folclore tradicional. Un relevo recogido por un grupo de gente acostumbrada a escuchar el sonido de la dulzaina, considerando el poder tocarla como algo importante.
Hace tres años nacía el grupo Adobe (dulzaineros de Macotera), compuesto por siete personas con edades entre los 22 y 56 años, seis de ellos relacionados familiarmente con la villa. Su historia comienza cuando el Ayuntamiento de Macotera ofertó un curso de dulzaina en el que se inscribieron como alumnos.
Tres de ellos, pertenecientes a la peña El Bombo, conocían el manejo del instrumento,
ya que solían utilizarle para interpretar algunas canciones en sus encuentros festivos.Otros tres participaron como alumnos en un curso de dulzaina ofertado por el Ayuntamiento de Macotera. De su participación en las clases, y viendo que Los Pachulos iban siendo mayores, surgió la idea de formar el grupo para ayudarles durante la procesión de San Roque que se alarga durante cinco o seis horas.
Asociación cultural
El grupo Adobe, constituido como asociación cultural, está compuesto por cinco dulzainas, caja y bombo. Sin nociones musicales algunos y otras habiéndolas aprendido durante las clases, poco a poco fueron adquiriendo los conocimientos básicos para poder interpretar las partituras, aunque algunas de las canciones siguen tocándolas de oído. De hecho, Víctor Blázquez, uno de los más jóvenes, dirige una escuela de dulzaina en Salamanca y otra en Macotera donde da clases a alumnos entre los 8 y 50 años.
En la actualidad, dos de los componentes viven en Macotera, dos en Salamanca, dos en Madrid y uno en Tordesillas. Su gran afición, las ganas de aprender y dar continuidad a su proyecto, hacen que los vecinos que pasen por la calle Virgen de la Encina, por el número 6 donde vive Atanasio ‘Abuelito’ (Tasi, para los amigos y el encargado de tocar el bombo), y donde gracias a él tienen, por llamarla de algún modo, su sede, puedan escuchar dos sábados al mes las melodías interpretadas durante sus ensayos con la finalidad de seguir un aprendizaje continúo y superarse poco a poco.
Jotas, charradas y pasodobles son, entre otros, algunos de los estilos musicales que este grupo toca en sus actuaciones como en los bailes típicos de las fiestas de los pueblos, conciertos, misas y procesiones, teniendo su mayor demostración en las fiestas locales de San Roque, acompañando al Santo durante la procesión, además de amenizar los pasacalles y los encierros.
Amplio recorrido geográfico
Hace dos años también decidieron hacer sonar sus dulzainas y el resto de instrumentos en la procesión del Viernes Santo, lo que les llevó a visitar en estas fechas otras localidades salmantinas como Ledesma. Su música ha podido admirarse en otras partes del Estado, como Madrid, Ávila, Palma de Mallorca y Oñate (Guipúzcoa).
Para el Grupo Adobe, la dulzaina es como cualquier otro instrumento dentro de su significado en el folclore tradicional. No desean que se vea como algo antiguo, únicamente utilizado en las fiestas de los pueblos, sino que puede adaptarse a cualquier tipo de música e integrase perfectamente dentro de cualquier espectáculo musical.