El encuentro con los productos de la tierra y con la innovación se cerró con un gran éxito, tanto por la presencia de expositores como de público
Macotera celebró ayer la novena edición de su Feria Agroalimentaria, ‘Los colores y sabores de nuestra tierra’, una cita ya fundamental en la comarca de Peñaranda que como en años anteriores tuvo lugar en el primer domingo de mayo. A la inauguración oficial, que tuvo lugar en el pabellón municipal a las 11:00 horas, acudió la senadora y ex alcaldesa de la villa, Isabel Jiménez, y el vicepresidente de la Diputación de Salamanca, Francisco Albarrán. Ambos acompañaron a las autoridades macoteranas, encabezadas por el alcalde, Jacinto García, y el concejal de Turismo, Antonio Gómez Bueno. Tampoco faltaron alcaldes y concejales de pueblos cercanos, como Carlos Hernández de Salmoral o Casimiro García de Santiago de la Puebla.
«Quiero dar las gracias especialmente a todos los que trabajan y ponen su ilusión para que esta feria salga adelante», dijo el alcalde. Tanto el regidor macoterano como el vicepresidente de la Diputación destacaron en sus intervenciones la «importancia» de citas como la de ayer, pues permiten a los empresarios dar visibilidad y salida a sus productos, a la vez que conforman un foco de atracción para la comarca entera, que durante un día sale de su rutina habitual.
Del mismo modo, las autoridades hablaron con orgullo de la primera feria MacoInnova, que tuvo lugar en una carpa situada a las afueras del pabellón deportivo y en la que se pudieron conocer las novedades tecnológicas de doce empresas e instituciones. Así, por ejemplo, el Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas de Peñaranda de Bracamonte realizó durante toda la jornada diversos talleres de robótica educativa destinados a los más pequeños. También se pudo contemplar el funcionamiento de una impresora en tres dimensiones y a lo largo del día se realizaron exhibiciones de drones, uno de ellos destinado en la fertilización del campo con nitrógeno. Y es que la agricultura y la ganadería estuvieron muy presentes en la feria agroalimentaria y de innovación de Macotera, localidad que presume de tradición e historia.
Como ejemplo de esa tradición que sigue adelante, la inauguración de la feria estuvo protagonizada por el grupo infantil de bailes charros de la escuela de música tradicional de Macotera, entidad que, asimismo, puso la nota musical durante la degustaciones de estofado de ternera charra, limonada y hornazo que se desarrollaron en el parque municipal.
Pese a que la lluvia apareció de modo intermitente en varios momentos de la jornada, centenares de personas se acercaron al pabellón macoterano. El desarrollo de la feria estuvo amenizado también por Kamarú Teatro, compañía que realizó cuatro pases de su espectáculo ‘El árbol de Wottom’, para delicia de los más pequeños. Por la tarde, del mismo modo, tuvo lugar una exhibición de cetrería a cargo del experto Francisco Rodero.
Puestos solidarios
Un aspecto que caracteriza a la feria macoterana es la solidaridad. Así, entre los puestos que ofrecían sus productos se encontraban las Voluntarias de San Vicente de Paúl, asociación solidaria de fuerte arraigo en Macotera. «Todo lo que vendemos es hecho a mano, cosido por nosotras», comentaban con orgullo las voluntarias mientras enseñaban al público las toallas, paños y ropas de bebé que confeccionan. En verano, coincidiendo con el festivo mes de agosto, esta asociación también expone en la residencia de El Cerro de la localidad, otro modo de recaudar fondos para su importante labor social con las familias más desfavorecidas de la comarca.
Solidario también era el puesto de Ana Bueno, macoterana que mantiene un vínculo muy especial con África. «Siempre me ha fascinado y desde que puedo, voy cada poco tiempo para mantener allí una serie de proyectos». Uno de ellos es una escuela de niños en Burkina Faso, cuyas fotos adornaban el puesto de la feria en el que Ana Bueno vendía telas africanas y productos típicos de allá, como la manteca de karité. Todo lo que recaude, según señaló, va para esos niños africanos a los que ayuda a tener una vida mejor.
A estas iniciativas se unió la de Cruz Roja, que ya ha empezado la venta de lotería para el Sorteo del Oro del próximo mes de julio. Voluntarios de la asamblea comarcal de la organización humanitaria se desplegaron por el pabellón y zonas aledañas para vender cuántos más décimos mejor. «Esperemos que no llueva mucho y la gente se anime a venir», comentaron al inicio de la jornada, cuando el tímido sol con el que amaneció el día acabó cubierto con nubes.
Precisamente esa lluvia que a ratos cayó con fuerza impidió que más personas se acercaran a los dos grandes atractivos turísticos de Macotera. En primer lugar la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Castillo, declarada Bien de Interés Cultural en 1982, que pudo visitarse en horario de 11:00 a 13:00 horas, seguido del Museo Etnográfico de las Llanuras y Campiñas de Salamanca, que ofrece hasta el 10 de mayo la muestra de los trabajos del I Concurso de Pintura al Aire Libre de Macotera.
Actividades culturales
Y es que las actividades paralelas a las ferias celebradas ayer han sido fundamentales estos días en la villa macoterana. Ese concurso de pintura que contó con una gran participación, pero también el certamen gastronómico que tuvo lugar el sábado, en el que participaron diez bares de la localidad. Finalmente, el triunfo fue para el Bar Bodegón, con su bacalao de receta propia.
La entrega del premio al Mejor Pincho de la feria 2015 tuvo lugar en la clausura de la agroalimentaria, ayer a las 20:30 horas, cuando también se entregaron los premios del sorteo de Robótica Educativa del CITA. Con satisfacción por la buena presencia de público, un año más Macotera cerró las puertas de su feria agroalimentaria, pensando ya en la décima edición que tendrá lugar, si nada lo impide, en el primer fin de semana de mayo de 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario